Energía verde a 2.000 metros de altura

Madrid / 29 de octubre de 2020

Pendientes de hasta el 32% de inclinación, palas de 57 metros, torres de casi 100, nacelles de más de 120 toneladas, y condiciones climatológicas con frecuencia complicadas, con niebla, lluvia y a veces nieve. El transporte de los componentes puede convertirse en el mayor reto en la construcción de un parque eólico. Ese es el caso de Nudo, en Asturias, donde Siemens Gamesa instala para Iberdrola un total de 49 aerogeneradores a casi 2.000 metros de altura.

Communication Manager South Europe & Africa
Es frecuente que lo más impresionante de un parque eólico sea su ubicación: en lo más alto de las montañas, donde el viento sopla más fuerte. La pregunta que más de uno nos hacemos al mirar a lo alto es cómo habrá sido posible llevar los componentes de esos aerogeneradores, cada vez más grandes y pesados, a lugares tan escarpados, a los que ni siquiera un coche normal puede acceder.

Eso es lo que hace que el transporte sea en algunos casos el elemento más complicado en la construcción de un parque eólico. Carlos Vildosola, director de Logística de Siemens Gamesa para el Sur de Europa y África, identifica los retos que supone un proyecto: “el tamaño, sobre todo de las palas, que hoy en día pueden llegar a 100 metros en eólica terrestre, el diámetro de las torres, de casi cinco metros, que complica el paso por túneles, y el peso de torres y nacelles, que limita el paso por puentes y algunas carreteras”.

En el caso de Nudo de Asturias la situación se complica por el lugar en el que se encuentra, en medio de las montañas, a gran altura, y por el tamaño del proyecto, con casi 50 aerogeneradores. “Para poder llevar los componentes a su destino tenemos que subir y bajar pendientes que llegan en algún caso hasta el 32%”, señala Carlos, que confiesa que este es uno de los proyectos más complicados a los que se ha enfrentado hasta ahora.
Nudo de Asturias es un proyecto complicado debido a su localización, la altitud y el tamaño
Los mejores conductores para 99 curvas
El recorrido cuenta con 99 curvas, algunas de ellas de 180 grados y en subida, con maniobras milimétricas. Paulo Franco, consejero de Laso, la empresa de transportes especiales encargada de Nudo, destaca que en un proyecto como este “el diseño y la preparación del recorrido son claves, no podemos cometer ningún error; por eso, necesitamos disponer no solo de las máquinas adecuadas, sino también de los conductores más experimentados de la empresa”. Para Paulo “es un orgullo compartir con Siemens Gamesa el objetivo de producir energía renovable y reducir las emisiones de CO2, especialmente a través de proyectos tan complicados como este”.
Las condiciones meteorológicas son otro elemento clave y que añade complejidad al proyecto. Lluvias persistentes pueden obligar a rehacer tramos del recorrido, la lluvia y la niebla dificultan el movimiento de los camiones y la nieve obliga a detener el transporte. Eneko Díez, director de Programas en Siemens Gamesa, destaca que en un proyecto como Nudo es especialmente importante una buena planificación y “para lograrlo es importante contar con un equipo de calidad y experimentado, como el de Siemens Gamesa, un proveedor, como es Laso, en quien confiamos proyectos difíciles, y un cliente que comprenda la complejidad del proyecto, como Iberdrola”. Eneko destaca la importancia de “compartir con Laso e Iberdrola el propósito común de producir energía limpia y reducir las emisiones de CO2”.

Nudo es uno de los muchos proyectos que Siemens Gamesa realiza para Iberdrola, compañía que cuenta con más de 16,6 GW de energía renovable en España. Para Clara Fierro, directora del proyecto en Iberdrola, “el principal reto del transporte en Nudo es la complejidad del trazado, así como la logística necesaria para subir los componentes a los parques sin que eso afecte a las distintas actividades que se desarrollan en la zona - ganaderías, autobús escolar, entrada a las fábricas –”. Clara destaca de la aportación de Siemens Gamesa “la experiencia y soluciones necesarias para salvar puntos técnicamente muy complicados, además de un equipo humano entregado, empujando para que el proyecto salga adelante”.
Máquinas quitanieves del norte de España a Polonia
La búsqueda de soluciones rápidas es clave en la ejecución de proyectos. Carlos Vildosola recuerda como anécdota que para quitar la nieve que impedía el transporte de unos componentes en Polonia fue necesario contratar a una empresa del norte de España, ya que todas las máquinas quitanieves de Polonia y países vecinos, como Alemania, no daban abasto para despejar las carreteras y autopistas, bloqueadas por una de las mayores nevadas que se recuerdan en la zona.
Las condiciones meteorológicas son otro elemento que añaden complejidad
Hay otros dos elementos claves en la logística de proyectos que pueden resultar un verdadero quebradero de cabeza, si bien en el caso de Nudo de Asturias ha sido relativamente sencillo. El primero es la disponibilidad de terrenos: “puede ocurrir que un proyecto se retrase más de lo necesario simplemente porque el dueño de un prado que tenemos que utilizar para que gire un camión se niega a vender”, señala Carlos.

Aunque lo que realmente puede ser una odisea son los permisos, la dichosa burocracia. Hay permisos de obras y de transporte, que pueden variar según la época del año. Y el proceso es tortuoso porque hay varias administraciones implicadas – locales, regionales y estatales en muchos países – a las que se unen otras con capacidad de veto, como las autopistas privadas. A esto hay que añadir las distintas policías, encargadas de la escolta de los transportes. “Hay proyectos en los que tenemos que coordinar los permisos de 20 autoridades diferentes, y hay que conseguir esos permisos para la misma fecha; si hay un pequeño retraso, hay que cambiar todo”, señala Carlos.
Otros dos elementos claves: la disponibilidad de terrenos y la burocracia
No cabe duda de que el transporte de los componentes necesarios para construir un parque eólico plantea grandes retos. En el caso de Nudo, el nombre habla por sí mismo: la complejidad es tan grande que obliga a grandes esfuerzos. Pero todo esto tiene una gran recompensa porque supone unir a tres empresas - Siemens Gamesa, Laso e Iberdrola - con el objetivo de producir a 2.000 metros de altura energía limpia para más de 100.000 hogares y conseguir una reducción de las emisiones de CO2 de más de 65.000 toneladas. Un nuevo paso en la protección del medioambiente.
Esta historia forma parte de la serie de artículos “Partnerships with Purpose”, que destaca proyectos inspiradores en los que Siemens Gamesa trabaja junto a sus partners para abordar la emergencia climática a través de la colaboración, innovación, las personas y las comunidades.

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