"Vivimos el comienzo de una nueva aventura marina. Creímos en ella y cambiamos las reglas del juego"

Brande / 21 de mayo de 2020

Ander J. Jensen, Project Manager de Vindeby

Ander J. Jensen es uno de los pioneros que contribuyeron a desarrollar la industria eólica y jugó un papel decisivo en la transformación del negocio de eólica marina (Offshore) hasta convertirla en lo que es hoy. Este apasionado de las energías limpias, nos explica cómo despegó el mercado Offshore y por qué Siemens Gamesa está jugando de nuevo un papel fundamental en esta industria.

Communication Specialist
El interés de Anders, de 60 años, por la protección del medioambiente y la producción de energía renovable despertó muy temprano. Con tan solo 13 años, empezó a construir pequeñas turbinas eólicas y ya a finales de los 70, aunque aún era un tema muy novedoso, comenzó a organizar actividades para promocionar las renovables. En 1982, construyó con un amigo una turbina de 4 kilovatios (kW) con un rotor de 5 metros de diámetro y una altura de 13 metros que utilizó para poner en marcha la calefacción eléctrica de su propia casa de campo. En 1986, empezó a trabajar con el fabricante de aerogeneradores Bonus Energy A/S -que más tarde daría lugar a Siemens Gamesa Renewable Energy-, una empresa pionera en el sector. Inicialmente fue el responsable de Calidad, pero con el tiempo desempeñó diversos cargos de responsabilidad antes de convertirse en director de Ventas. En la actualidad, Anders es especialista senior de Ventas en Offshore.

En 1989, Anders fue uno de los empleados que identificaron el potencial de colocar turbinas en el mar, donde el viento sopla con más fuerza, para mejorar el suministro a las grandes ciudades costeras.

"Tanto el Gobierno como nosotros queríamos demostrar que era posible instalar y mantener un proyecto de aerogeneradores Offshore para generar energía", apunta sobre el lanzamiento de las turbinas eólicas de 450 kilovatios (kW) que la empresa modificó específicamente para su uso en el mar.
Vindeby es mundialmente conocido como el proyecto que despertó los vientos de cambio en la industria
El primero de su clase
Durante un año, la compañía desarrolló y probó cuidadosamente esta nueva turbina y lo que sería la primera tecnología de este tipo. Si bien las nacelles de las turbinas Onshore permiten que entre el aire del exterior para enfriar los sistemas mecánicos y eléctricos, las de Offshore podían dañarse por las partículas de sal marina. Por ello, el equipo desarrolló una nacelle hermética que usaba un intercambiador de calor para enfriar la maquinaria de la turbina. Para evitar la corrosión, el equipo instaló dos deshumificadores, uno en la nacelle y el otro en la torre. 

Esta nueva turbina, de 450 kW, era la más grande de la época y, en la primavera de 1990, se instaló por primera vez en tierra firme, para después instalarse en el mar en 1991.

Además de los obstáculos tecnológicos, Anders recuerda también el escepticismo del equipo "muchos empleados de la empresa no creían en la idea de un parque eólico marino", apunta. Los escépticos dudaban del proyecto piloto por los elevados costes de instalación y la dificultad de mantener las turbinas en el mar. “Tuve que convencer a mis compañeros de que la idea era posible” explica Anders, que en sus reuniones recordaba el paralelismo entre este proyecto y otras hazañas históricas que supusieron adentrarse en territorio desconocido, como la llegada del hombre a la Luna. “Les dije que nadie se imaginaba muchos proyectos hace 30 años. Nunca sabes todo lo que es posible”.

Afortunadamente, la historia le dio la razón. De hecho, Vindeby -el primer proyecto eólico marino del mundo y en el que se instalaron 11 de estas nuevas turbinas de 450kW en 1991- es mundialmente conocido como el proyecto que despertó los vientos de cambio en la industria. De hecho, ha sido catalogado como el 32º proyecto más importante del mundo en una lista de los 50 más influyentes de los últimos 50 años por el Project Management Institute. La lista incluye iniciativas como la invención de Internet y el primer alunizaje.

El legado
"El proyecto tuvo tanto éxito, tanto en la instalación como en el desarrollo, que convenció a políticos, planificadores y desarrolladores de que los parques eólicos Offshore tenían un futuro brillante", continúa Anders. El 15 de julio de 1991, comenzó a producirse en Vindeby electricidad procedente de energía Offshore. Tal fue el éxito, que el parque sobrevivió seis años más de lo previsto y estuvo en activo 26 años, alimentando cerca de 2.200 hogares anualmente durante ese tiempo. En 2017, el propietario y operador Ørsted desmanteló Vindeby. Una de sus turbinas se trasladó al Museo Danés de la Energía y otros componentes fueron reutilizados como repuestos para turbinas similares en otros lugares.

Pese a ello, Vindeby sigue vivo. El diseño del proyecto, con elementos como el sistema de protección contra la corrosión, se mantiene muy similar en las turbinas Offshore actuales de Siemens Gamesa -aunque su tamaño y potencia han crecido exponencialmente. Cada turbina Vindeby generaba 450 kilovatios y hoy en día Siemens Gamesa construye turbinas de hasta 11.000 kilovatios cada una (11MW)

Liderando el camino que otros después seguirían, los ingenieros y técnicos pioneros en Offshore han llevado a Siemens Gamesa a crecer hasta convertirse en el líder mundial en la generación de energía en alta mar con la mayor base instalada y la mayor cartera de pedidos de la industria, y con aproximadamente el 55%* de cuota de mercado.
Un fuerte futuro para Offshore en la energía mundial

Hace tres décadas, no había ni una sola planta de Offshore en el mundo. Ahora, hay más de 120, de las cuales 58 utilizan turbinas de Siemens Gamesa. La mayor planta Offshore puede generar suficiente energía para abastecer a más de un millón de hogares y utiliza turbinas de Siemens Gamesa. Las previsiones apuntan a que la demanda de electricidad mundial seguirá aumentando, por lo que el mercado Offshore sigue creciendo con dinamismo.

El Consejo Mundial de la Energía Eólica espera más de 50 GW de nuevas instalaciones en el mar durante los próximos cinco años.

En la actualidad, Anders es especialista senior de Ventas en Offshore
La UE ha experimentado una enorme expansión de la energía Offshore en los últimos años. Según Wind Europe, Europa cuenta ahora con una capacidad total instalada de más de 22 GW de 5.047 turbinas Offshore conectadas a la red en 12 países. De ellas, 502 se conectaron a la red en 2019 a través de 10 proyectos, lo que sumó una capacidad adicional de 3.627 MW al mercado eólico Offshore europeo. En el resto del mundo también está avanzando a toda velocidad. China contaba con 2.396 MW instalados en 2019 y el país representa el 39% de las nuevas instalaciones en todo el mundo. Además, Estados Unidos incorporó en 2016 su primer parque eólico Offshore frente a Rhode Island, en la costa este, y tiene objetivos que suman alrededor de 10 GW en los próximos cinco años.

Hoy en día, el mundo cuenta con unos 29 GW de energía eólica Offshore instalada. De ellos, Siemens Gamesa ha instalado más de 15 GW, incluyendo los primeros 11 aerogeneradores en Vindeby.
Allanando el camino hacia la nueva aventura
El cambio climático ha hecho que el interés por la energía renovable sea mayor que nunca. La Agencia Internacional de la Energía estima que la capacidad mundial de energía Offshore se multiplicará por 15 en las próximas dos décadas, aunque su potencial es mucho mayor.

No solo los aerogeneradores crecen rápidamente, también lo hacen las tecnologías para llevar los parques eólicos aún más lejos de la costa y a aguas más profundas, donde se dispone de mejores recursos eólicos. Para poder desplegar la energía Offshore en estas situaciones, la industria ha estado desplegando proyectos piloto y de escala precomercial para mejorar los diseños de las bases flotantes y determinar sus costes. Siemens Gamesa se ha involucrado desde el principio en proyectos piloto de eólica flotante como son Hywind 1 y 2 en Noruega de 2,3 MW y Hywind 2 en Escocia de 30 MW.

La combinación de los sistemas de almacenamiento de energía con los proyectos de eólica Offshore podría, además, aumentar significativamente el índice de utilización de un proyecto Offshore.

La energía Offshore puede suministrar la mayor parte de la energía necesaria para completar la transición energética de los combustibles fósiles. La electrificación y el uso de las renovables para suministrar esta electricidad suponen una parte importante de la transición verde. Sin embargo, diversos estudios muestran que alrededor de la mitad del consumo de energía del mundo no puede cubrirse con electricidad, sino que debe hacerse con otras fuentes, como combustibles líquidos y gaseosos utilizados para medios de transporte pesados, como barcos, aviones y grandes camiones.
La energía Offshore puede suministrar la mayor parte de la energía necesaria para completar la transición energética de los combustibles fósiles
Esta otra mitad del consumo de energía también tendrá que ser sostenible para que se produzca la transición verde. Una forma de hacerlo podría ser convertir la electricidad sostenible en energía combinada químicamente. Uno de estos productos es el hidrógeno ecológico, también conocido como "hidrógeno verde". La demanda de este producto, que está aumentando debido a su gran potencial, disminuye el impacto ambiental del transporte y la agricultura. El hidrógeno verde puede descarbonizar directamente los procesos más contaminantes de la industria, como la producción de acero, y puede ser un componente clave en un futuro combustible verde para aviones, conocido como Skyclean.

Al combinar el nitrógeno con el hidrógeno para producir amoníaco, se crea un portador de hidrógeno que hace que el transporte sea menos costoso.  El “amoníaco verde” resultante puede descarbonizar el transporte marítimo a gran escala, como el uso de grandes buques portacontenedores. De esta manera, el amoníaco verde podría ser la sustancia que convierta el viento marino en combustible. 

Los factores de alta capacidad y la mejora de la competitividad de los costes de la eólica Offshore podrían darle un papel fundamental en la producción de hidrógeno con bajo contenido de carbono, lo que sería muy bienvenido en la próxima gran aventura Offshore. 

"Los expertos de Siemens Gamesa ya están contribuyendo a la investigación que se está llevando a cabo en este campo, ya que tenemos un conocimiento esencial de cómo se podrían utilizar los aerogeneradores marinos para este propósito", explica Anders.

La empresa danesa Global Utility y Ørstedcliente de Siemens Gamesahan estado investigando y ven en estos procesos un gran paso para OffshorePrevén dejar atrás las plantas eólicas individuales en alta mar conectadas a la costa simplemente suministrando electricidad para dar paso a plantas Offshore conectadas a más países, donde la energía que produzcan sea energía combinada químicamente, además de la esperada electrificación de vehículos eléctricos, bombas de calor y similares. 

"En el futuro, podríamos imaginarnos la construcción de enormes centrales Offshore muy grandes en absoluto conectadas a la red eléctrica, sino en las que la electricidad generada se transforme en hidrógeno verde directamente en el mar”, aventura Anders, sin poder ocultar la emoción de estar, una vez más, en el epicentro de la innovación de la industria eólica. “Estamos viendo el comienzo de una nueva aventura en el mar, en la que estamos desde el principio, como lo estuvimos en 1991. Creímos en ella cuando nadie más lo hacía y cambiamos las reglas del juego. Podemos hacerlo de nuevo”, concluye. 

 

*Cuota de mercado de Wood Mackenzie, marzo de 2020


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