Francia, en el buen camino de la transición energética

París / 28 de febrero de 2020

A mediados de febrero, unos días antes de que la borrasca Ciara pasara por el norte de Francia y la energía eólica batiera los récords de producción en el país, la industria de la energía renovable celebró su 21ª reunión anual en la sede de la UNESCO en París.

Fue una oportunidad para hacer un balance de más de 20 años de la energía renovable en Francia y para trazar el rumbo de las próximas dos décadas.
Jefe de Communication & Public Affairs Francia
Hay que decir que Francia ha recorrido un largo camino en esta área. Aunque inicialmente era poco significativo, la energía renovable, incluyendo la eólica, se ha convertido en los pilares del sistema eléctrico francés del futuro. ¿Cómo hemos llegado a este punto y qué retos tendrá que afrontar Francia para que su transición energética sea un éxito?
En onshore, Francia tiene previsto desarrollar 1,8 GW de nueva capacidad cada año
Francia ha emprendido claros objetivos de energía renovable impulsados por una ambiciosa política de la UE. Es en este contexto que la solución de la energía renovable es cada vez más atractiva. Los sucesivos aumentos del desarrollo tecnológico en materia de fiabilidad y previsibilidad de la producción, junto con una disminución espectacular de los costes, han permitido que las energías renovables sean reconsideradas por los poderes públicos franceses como una solución sostenible y un actor legítimo en la combinación energética nacional.

“Es cierto que, en la energía eólica, Francia tiene un enorme potencial, que hoy en día está poco explotado. En onshore, es el segundo país de Europa en superficie y cuenta con sistemas eólicos muy diversificados; en offshore, donde Francia puede tener una potencia de hasta 75 GW de depósitos eólicos en cuatro frentes marítimos, incluyendo oportunidades de desarrollo con la offshore flotante”, explica Frédéric Petit, director de Desarrollo de Negocio de Siemens Gamesa Francia. “En resumen, la ubicación geográfica de Francia podría transformar este país en un verdadero líder en energías renovables”, añade.

El gobierno francés está empezando a darse cuenta del tremendo potencial de la energía renovable. Según WindEurope, la capacidad eólica total de Francia es de 16,6 GW en comparación con los 25,8 GW de España, 61,3GW de Alemania y 23,5GW del Reino Unido. A fin de ponerse al día con otros países europeos y cumplir los objetivos de la UE, Francia se ha comprometido a desarrollar masivamente sus medios de producción de electricidad a partir de recursos renovables en particular; la energía solar y la energía eólica onshore y offshore. 
En cuanto a la onshore, Francia tiene previsto desarrollar 1,8 GW de nueva capacidad cada año (excluida la repowering, o lo que es lo mismo, la sustitución de máquinas de menos potencia que están en el final de su vida útil por máquinas nuevas y más potententes y 1 GW anual para la energía eólica marina.

"Aunque Francia todavía no aprovecha todo su potencial, teniendo en cuenta sus ambiciones, es importante destacar que con esta trayectoria se posiciona como uno de los motores de la transición energética en Europa para la próxima década", subraya Filippo Cimitan, director general de Siemens Gamesa.
Un gigante de lo renovable en formación
No es casualidad que Siemens Gamesa vaya a llevar a cabo el proyecto industrial más ambicioso de la historia de las energías renovables en Francia. Una planta de fabricación de turbinas eólicas offshore en el Puerto de Le Havre que incluye la producción de palas, nacelles y generadores, así como un muelle de instalación y una completa zona logística para atender el futuro mercado francés y algunos parques europeos. Esto creará alrededor de 750 puestos de trabajo para una cuenca industrial en crisis, que muy pronto cerrará su central de carbón. Para Filippo, "¡es todo un símbolo! Nuestro proyecto representará la transición energética en Francia con empleos duraderos, reindustrialización y desarrollo de los conocimientos técnicos locales".
Francia no sólo muestra una gran ambición en cuanto a los volúmenes, sino también la voluntad de simplificar los procedimientos y acelerar el desarrollo de los proyectos. También se está reflexionando sobre una mejor distribución territorial de los proyectos, que permitiría en especial repensar ciertas restricciones geográficas o espaciales.

También hay un desafío en lo que respecta a la tecnología. Según Gilles Bouder, jefe de ventas onshore, "en la actualidad, las reglamentaciones no siempre se adaptan a las realidades tecnológicas, lo que puede limitar la capacidad de Francia para disponer de los últimos equipos e innovaciones". Además, añade que "podrían eliminarse algunas limitaciones manteniendo el mismo nivel de exigencias en materia de medioambiente y salud pública; esto permitirá a Francia mejorar el rendimiento y la competitividad de sus parques eólicos terrestres".

Francia es hoy en día un gigante de la energía renovable del que todavía no se es consciente. No es consciente de sí misma. Con las reformas estructurales, reglamentarias y de procedimiento, así como con la continuidad de la ambición y el esfuerzo de despliegue de las energías renovables, Francia se convertirá en un motor de la transición energética en Europa y podrá seguir manteniendo el carácter descarbonizante de su sistema eléctrico.

Como dijo recientemente el primer ministro francés: “hacer todo esto esbueno para el precio de la electricidad, bueno para nuestra industria y bueno para nuestro planeta!".
Francia es hoy en día un gigante de la energía renovable del que todavía no se es consciente

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