Una vida dedicada a la acústica del viento

Brande / 20 de octubre de 2020

Imagina que nos subimos a una máquina del tiempo y presionamos el botón de 1982 para encontrarnos repentinamente en el albor de la industria eólica danesa. Ejler Kristensen acaba de ser contratado como el primer ingeniero de Danregn Vindkraft, la precursora de Bonus Energy y Siemens Wind Power.

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A partir de 1992, Ejler centró su carrera en cuestiones relacionadas con el ruido y la vibración y aprendió bien temprano, trabajando en el Laboratorio Nuclear de Risoe, que la colaboración con los expertos de la industria sería la clave del éxito en su profesión. “Tenía que trabajar en la actualización de turbinas eólicas con los ingenieros de Risoe. Desde el comienzo de mi carrera, entendí que la colaboración es uno de los motores de la industria eólica”, recuerda.

Con el paso de los años, el trabajo de Ejler empezó a requerir mayor adaptación al cambio y concebir soluciones innovadoras para problemas complejos. El tamaño de las turbinas fue aumentando progresivamente y, aunque en ese momento los modelos de 95 kW tenían buena acogida en Dinamarca, pronto empezaron a recibirse quejas de los barrios vecinos por el ruido de las máquinas. Esto marcó un punto de inflexión en la carrera de Ejler, que se empeñó en encontrar la forma de concebir turbinas más silenciosas para satisfacer la demanda del creciente mercado eólico.

Así, Ejler fue uno de los primeros ingenieros en dar con soluciones reales para minimizar el ruido de las turbinas utilizando dispositivos modernos, como micrófonos, acelerómetros y analizadores de los niveles acústicos. De esta forma, se consiguió optimizar las turbinas con problemas de ruido instalando un aislamiento acústico alrededor de la multiplicadora, una cubierta de acero para la nacelle e insuflando aire frío a través de los silenciadores.
Ejler Kristensen fue contratado como el primer ingeniero en Danregn Vindkraft.
El trabajo en equipo y la mentalidad analítica, claves del éxito
“Recuerdo una mañana de agosto de 2004, cuando recibí una llamada del trabajo diciendo que me habían reservado un vuelo ese mismo día para solucionar un problema acústico en una turbina de 2,3 MW en Escocia”, comparte Ejler. “Mi esposa tuvo que encargarse de la barbacoa que habíamos organizado esa noche y atender a nuestros invitados, mientras yo intentaba resolver el problema instalando amortiguadores en la placa de la turbina”, añade.
Hasta el día de su reciente jubilación, Ejler siguió trabajando con mediciones acústicas, examinando la presión del sonido y calculando los niveles de potencia acústica de los prototipos o de turbinas de los clientes en caso de reclamaciones relacionadas con el ruido. En su opinión, con el paso de los años se ha producido un desarrollo positivo en este campo, consiguiendo que el aumento del tamaño de la turbina no sea proporcional a un incremento del ruido gracias a nuevas tecnologías aerodinámicas.

Uno de los aspectos de su trabajo que más destaca el danés es haber tenido la oportunidad de enseñar a su equipo y transmitirle la experiencia acumulada a lo largo de las últimas décadas.
“Investigar las cosas concienzudamente antes de tomar una decisión es la lección más importante que he aprendido. Es importante leer detenidamente las cosas y recabar la información con una mentalidad analítica”, asegura.

Ejler disfruta ya de su jubilación en Dinamarca, donde pasa los días junto a su familia y practica algunas de sus grandes pasiones, como la pesca o la preparación de cerveza artesana. Después de casi 40 años en Siemens Gamesa, su mensaje de despedida para las futuras generaciones es aprender a valorar del trabajo en equipo, y, una vez finalizada la jornada laboral, disfrutar de planes en la naturaleza.
Ejler ahora está disfrutando de su jubilación en Dinamarca con su familia

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