De Soria a Atacama, el largo viaje desde la capital de las nacelles
Ágreda, un pueblo de apenas 3.000 habitantes en Soria, es uno de los puntos neurálgicos de la producción mundial de aerogeneradores de Siemens Gamesa. Ahí se encuentra la planta de ensamblaje de nacelles, el corazón de las turbinas, que a través del puerto de Bilbao son transportadas a medio mundo. Las últimas ya van camino del puerto de Huasco, en Chile, para ser instaladas en la región de Atacama, un viaje de casi dos meses y más de 15.000 kilómetros.
El proyecto Cabo Leones III, al norte de Chile, uno de los complejos eólicos más grandes del país andino, con 600 MW, es un buen ejemplo del papel protagonista que desempeña la planta de Ágreda en la producción industrial de Siemens Gamesa y también de la complejidad de muchos de los proyectos de la compañía, con componentes procedentes de diferentes lugares del mundo.
Este es uno de los proyectos situados fuera de España que se elaboran en las instalaciones de la compañía en Soria. De hecho, algo más del 70% de las 400 nacelles ensambladas en Ágreda al año tienen como destino final parques eólicos fuera de España. En concreto, el pasado año las unidades producidas en la planta fueron enviadas a parques eólicos en América - Estados Unidos y Chile - y Europa - Francia, Grecia, Polonia, Turquía, Dinamarca y Portugal.
Siemens Gamesa tiene seis plantas de nacelles en todo el mundo, pero Ágreda es la única junto con la de Tianjin, en China, que produce para mercados exteriores, lo que convierte a la planta española en un verdadero centro de exportación y, dentro del sector eólico, una de las plantas de nacelles más importantes de Europa.
Además de los modelos que produce la planta de Ágreda actualmente, habrá que añadir en breve las nacelles de la nueva plataforma de Siemens Gamesa, la SG 5.X, una de las más potentes de onshore en el mundo.
El prototipo se ha hecho y probado en Ágreda y en los próximos meses comenzará la producción en serie. La planta tiene ya asignados varios de los proyectos firmados con la nueva plataforma en Suecia.
“Tener todos los componentes listos para el embarque es el principal reto al que nos enfrentamos”, según Idoya García, responsable de logística de Siemens Gamesa y la encargada de que encajen todas las piezas que forman el transporte de componentes hasta el puerto y su salida a tiempo, una “labor que exige un seguimiento del transporte las 24 horas del día”.
El reto que supone la construcción de un proyecto eólico no termina ahí. El montaje de un parque es en sí un rompecabezas que hay que resolver con mucha antelación. El caso de Cabo Leones III es un buen ejemplo: las nacelles llegan de España, mientras que las torres y las palas se envían desde China e India. Es importante que todo ello llegue a tiempo para poder iniciar el montaje del proyecto cuando está previsto.
El carácter global de Siemens Gamesa, con parques eólicos y fábricas en todo el mundo, hace que de forma habitual los componentes de cada parque, como en el caso de Cabo Leones III, provengan de países y continentes diferentes. Es algo que permite una mayor flexibilidad en la planificación y ejecución, pero que obliga a una monitorización constante de los proyectos.
Cabo Leones III es sin duda un proyecto que representa como ningún otro el enorme reto logístico que hay detrás de cada parque, desde la producción hasta el montaje de los componentes pasando por el transporte, y además la relevancia que las plantas de Siemens Gamesa en España tienen en la producción de turbinas en todo el mundo.